Sus funciones principales son las de aportar movilidad a los órganos que se encuentran en dicha cavidad, protegerlos contra microorganismos y actuar como aislante térmico. Entre la unión del peritoneo parietal y visceral se forman repliegues de tejido, qué además de brindar sostén, contienen vasos sanguíneos, linfáticos y nervios que se dirigen hasta los órganos del abdomen
Cuando la carcinomatosis peritoneal se presenta de forma aislada, en un paciente con un tumor primario controlado, la combinación de la citorreducción quirúrgica (CRS, en inglés) y la quimioterapia hipertérmica peritoneal (HIPEC, en inglés) y la quimioterapia peritoneal en aerosol (PIPAC en inglés) pueden mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. Estas terapias se basan en el concepto de que el peritoneo es considerado como un órgano y que tanto la resección completa de la enfermedad peritoneal, como el control de ésta a través de la administración de diferentes modalidades de quimioterapia pueden mejorar el pronóstico.
Se puede realizar para aliviar los síntomas o ayudar a que el paciente viva mas tiempo. Cuando la citorreducción quirúrgica es completa, será R0, o incompleta (R1 vs R2)
R1 = sin enfermedad macroscópica (visible), con márgenes microscópicos positivos.
R2 = enfermedad macroscópica residual.
Una manera de estadificar el volumen tumoral es mediante el índice de carcinomatosis peritoneal (PCI, en ingles). Un PCI elevado puede contraindicar la citorreducción y/o la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica.